A priori, pensarás que no existen muchas diferencias entre una sonrisa de verdad y una falsa, pero sí que las hay. Al ofrecer nuestra mejor sonrisa verdadera, estamos poniendo en acción de manera involuntaria una gran cantidad de músculos de la boca y los ojos y, además, nos estamos beneficiando de una amplia variedad de ventajas:
“No es cierto que quien sonría más
tendrá más arrugas que quien no lo haga”, afirma Gloria Martínez Ayala,
psicóloga. Explica que, durante la sonrisa genuina, se contraen entre 12 y 15 músculos
faciales de los ojos y de la boca, por lo que la piel está “más tonificada” y
su aspecto general “es mejor”.
2. RELAJA Y DESESTRESA
Según el psicólogo Antoni
Martínez, al sonreír nos encontramos “mejor”. Esto ocurre porque esta expresión
facial, entre otras cosas, reduce el cortisol u hormona del estrés.
3. ABRE LOS CANALES DE
COMUNICACIÓN CON LOS DEMÁS
Una de las cualidades más
llamativas que tiene la sonrisa es que actúa como pegamento social. “Abre los
canales de comunicación con otras personas y hace que nos sintamos mucho más
cómodos y abiertos”, detalla Antoni.
“Además, la gente que sonríe nos
resulta más atractiva”, añade Antoni. Gloria incide también en que “una
expresión sonriente siempre se valora a nivel social y cultural”.
5. SUBE LA AUTOESTIMA
La sonrisa ayuda a que uno mismo
se vea mejor. Para comprobarlo, Antoni propone sonreír frente a un espejo: “Al
principio se hace raro, pero pasados uno o dos minutos, conectamos con nosotros
mismos”.
Esta expresión también genera
neurotransmisores como la dopamina, que tienen un efecto positivo sobre nuestro
estado de ánimo, según indica Gloria. La sonrisa libera endorfinas, las
llamadas hormonas de la felicidad. “Cuando sonreímos, el cerebro interpreta que
estás contento y libera sustancias capaces de alegrarte, como demuestra una
gran recopilación de estudios”, justifica Antoni.
Otro de sus efectos más
importantes es el “analgésico”, tal como resalta Gloria. “Hay estudios y
ensayos hechos en pacientes con enfermedades crónicas que avalan que el dolor
disminuye con la sonrisa”, explica.
“Al reír a carcajadas se activan
los músculos del cuerpo, como el abdomen o el costado”, comenta Gloria.
Asimismo, afirma que se “agita” el ritmo cardíaco y se “activa” la circulación.
La risa también puede tener más
efectos positivos, siempre vinculados a su expresividad. “A veces, al reír a
carcajadas, lloramos y se lubrican los ojos”, pone como ejemplo Gloria.
“Algunos expertos señalan que, con
el masaje interno que se produce, se ayuda a la digestión”, agrega la
psicóloga.
Ya tienes nueve motivos... ahora depende de ti ofrecerle tu mejor sonrisa al día. ¡SONRÍE!
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